sábado, 1 de junio de 2013

MARTA CUESTA MORENO

Hace un par de días fue el cumpleaños de una de mis mejores amigas, un tipo de amiga de las que están en peligro de extinción, de esas que están disponibles todo el día, dispuesta a escucharte, aconsejarte, darte su opinión... Una persona que tiene un corazón que no le cabe en el pecho y que es fundamental en mi vida. Y que además me apoya en todo (un ejemplo, fue una de mis primeras seguidoras en mi blog). Gracias por TANTO.
Por motivo de su 17 aniversario, quiero publicar un poema que le dediqué cuando tenía 12 ó 13 años:


Cuando vi tus ojos en la madrugada,
Cuando vi tus ojos en el atardecer,
Cuando vi tus ojos; tu triste mirada,
Vi tu cara, vi tu rostro, vi tu ser.

Si nada es como antes
Prométeme una cosa
no llores por aquello
 que el viento se llevó.

Porque aunque el tiempo pase
Y nada sea igual,
Aquí siempre tendrás
Con quien poder contar,
Con quien poder reír,
Con quien poder llorar,
Con quien poder sentir.

Aquello que ya pasa
aquello que no vuelve
aquello que se marcha
aquello que se pierde.

Ojalá yo pueda ser muy afortunada,
Y no pertenecer a lo que ya se fue.

Hoy tengo un gran deseo
estar siempre contigo,
y compartir aún
millones de momentos
que quedan por vivir.

Gracias por visitar mi blog. Sed felices. J 

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