lunes, 22 de junio de 2015

SOY LA SUMA DE MIS RECUERDOS

Recuerdo cuando era pequeña y mi mamá me decía que los sueños se pueden elegir dibujándolos sobre las sábanas. Recuerdo las cenas de sopa de letras, me ponía a crear palabras y el resto de mi familia se desesperaba. Recuerdo cuando el ratoncito Pérez me trajo una varita mágica que cumplía todos los deseos de chuches. Recuerdo cuando jugaba sola, me montaba mis propias historias y tenía que dejarlo todo patas arribas para continuar la tarde siguiente por donde lo había dejado. Recuerdo cuando jugábamos a "A", era como el escondite pero cuando te encontraban había que ir corriendo a la cama de papá y mamá y gritar con todas tus fuerzas. Recuerdo cuando mis primas me leían un cuento por las noches y otros primos me chinchaban hasta que me enfadaba y más se reían de mi.

A veces siento melancolía (melodía como diría mi abuelo) de que muchos recuerdos hayan caído en el olvido. Pero otros tantos han quedado grabados y guardados en un frasco. Hay días que me gusta abrir ese tarro y me invade un olor, un sonido (por eso me gusta sentir melodía), una luz...Es curioso pero cuando el pasado invade mi mente, visiono el recuerdo de un lugar o una situación con otra luz y otro brillo, todo más blanquecino y más intenso. La mirada de un niño es diferente, capta otras maravillas, chispean al ritmo de los sueños y fantasías, son ojos desbordados de vida. 

Me gusta haber crecido, es parte de este juego, a pesar de que a veces añore estar encerrada en un cuerpo de niña. Quien me conoce sabe que siempre ando en las nubes, y soy enormemente despistada. Desde que soy pequeña soy muy fantasiosa y tengo la necesidad de tener una historia inventada en mi cabeza, bien paralela u opuesta a mi vida , nunca perdí ese juego de mi infancia, es esencia que me ayuda a sobrevivir.
Hoy tengo la suerte de tener niños en la familia y cuando estoy con ellos, soy una más. Disfruto tanto jugando que siento que es energía vital, porque sé que cuando pase la tarde de juego, te reventará en la cara, como una pompa de jabón, una dosis de realidad. Pero no me importa ser una loca, muy impulsiva cuando hablo, pero también muy reflexiva en lo que pienso. 

Cuando era pequeña siempre imaginaba como sería de mayor y en que trabajaría, a medida que pasan los años esos "quiero ser" se convierten en "soy" y yo estoy orgullosa de ser quien soy, de tener la familia y amigos que tengo, de estudiar mi carrera, de mis luchas diarias, mis sueños y mis proyectos. Soy la suma de todo lo vivido, todo lo pensado y todo lo leído. Por ello quiero seguir viviendo, jugando, compartiendo, riendo y bailando en esto de la vida, en esto de vivir.



Sed felices (:

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