domingo, 28 de febrero de 2016

WANDERLUST

Hoy me he despertado con ganas de mandarlo todo a la mierda, bueno; todo no, solo lo falso, lo superfluo, lo nocivo.

Las malditas redes sociales que atan y te introducen en el mundo de aparentar, vulgarmente llamado postureo, te roban tiempo, mucho tiempo.

La televisión, el invento del siglo XX, la caja tonta del siglo XXI. Me cansan los programas basura  y los telediarios subjetivos que en dos minutos te muestran una noticia en la que ellos deciden que veas una parcela minúscula, como si detrás de ello no hubiera causas, consecuencias, un para qué y un por qué. El análisis es la clave para llegar a ser críticos. Conformarse con la información que nos lanzan los medios, sin reflexión es como meter basura en un contenedor y no pararse a reciclar. Recicla tus ideas, reutiliza tu ideología asentada para que no sea una idea preconcebida y hermética. Reduce las verdades aparentemente absolutas. Cuestiónate más todo, no aceptes el mundo movido por la Bolsa que nos mueve a nosotros a comprar, gastar, cambiar, comprar...en bucle. Un sistema roto por crisis continuas.

Cansada y harta de ser conformista, cansada de la idea “carrera, trabajo, novio, marido, casa e hijos”. Yo no he venido a este planeta para conformarme con una vida clonada, similar a la de millones de personas.

Hoy me he levantado con ganas de dejarlo todo atrás y viajar, con un wanderlust enorme (palabra que no tiene traducción al español que significa un gran deseo o impulso de viajar, deambular o explorar el mundo), viajar a pueblos perdidos del planeta y no de "turismo de hoteles", yo prefiero el "turismo de mochila", viajes sin billete de vuelta en los que de tiempo a respirar, observar, descubrir a un ritmo lento, pero sin pausa. Lugares donde no haya llegado el capitalismo, lugares recónditos de África o América Latina, el continente no importa, quiero llegar a un lugar donde no miren si mi ropa es de marca, si mi pelo está bien cuidado, si mi cutis es perfecto. Quiero un lugar donde pueda ser, hablar con sus gentes, empaparme de otra cultura, dejarme tocar por realidades que no son las cómodas, sin agua de un grifo, comida en nevera, tarjeta de crédito. Quiero dejar atrás aquello que me impide ser, pero decir estas palabras me convierten automáticamente en una persona antisistema por rechazar ser oveja en un rebaño encarcelado en un centro comercial. Me niego.

Yo he venido a este mundo a vivir, conocer, aportar, sonreír, ser. No he venido a comprar, tener un cuerpo sediento de llegar a un canon de belleza, ni a construirme una vida de mujer de éxito, rica, con casa grande e hijos perfectos. Me niego a ser una más. Este primer mundo no me atrae, me repugna, tantas personas que actúan sin cuestionarse lo que es vivir de verdad, amar de verdad, ser feliz de verdad.

“Sólo empezando desde dentro conseguiremos cambiar algo de lo que hay fuera.”

Sed felices (:

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