martes, 13 de diciembre de 2016

Micro Palabras (15): CORROSIÓN EMOCIONAL

A veces siento miedo, miedo a ser demasiado y que después todo se desvanezca como la hoguera que acaba en cenizas y tendrá que esperar al siguiente invierno para reavivar la llama. Yo soy fuego, soy hoguera, pero quiero ser vela. Estoy cansada de la intensidad de mi llama,  soy de dar el cien por cien, de entregarme al máximo en todo lo que hago, en todo lo que siento y en todo lo que soy.

Hace poco comprendí que la vida no es hacer y hacer, más bien consiste en ser y ser, gran frase de Isa Solá. Muchos proyectos, sin poder abarcarlos todos. Mejor hacer menos y ser más. Más humana, más empática, más atenta, más serena, más sonrisa, más abrazo, más escucha. Más silencio.

Qué difícil, pasar de ser hoguera a vela, que no significa brillar menos, sino tener una llama más estable, ser punto de luz todos los días y no desaparecer. Esas caídas emocionales, en realidad no son caídas, es autodestrucción, qué difícil es sentir que te apagas y no saber que hacer, ni que decir. Hay días que aún estando bien, me impregna la melancolía, la frustración de ser yo, solo a veces. Hasta cuándo. Cada vez espero que cada día sea menos dolor, menos impotencia, menos pesimismo. Es duro correr, estancarse, comenzar a andar, pisar al freno, todo el día controlándome. Agota. Hay días que acabo saturada de ideas, pensamientos, planes...Necesito silencio interior, pero no es fácil. Ese grito interior no hay forma de callarlo. Hay días que no puedo más, solo quiero vivir con sencillez, pero dentro de mí hay "universo" que explosiona a través de las palabras que vuelco. Mi única salida. Coraza de vida, maldita barrera que no me deja amar del todo, ser del todo, entregarme del todo.


Hoy me siento como corroída como esta pared rocosa, el tiempo desgasta y necesito reconstruirme o que alguien me ayude a hacerlo. Hay días que las fuerzas desfallecen. Hoy es ese día.



No tengas tiempo para tener prisa (:



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